Ortodoncia

SOLUCIONES A MEDIDA PARA UNA MORDIDA SALUDABLE

¿Qué es la ortodoncia?

La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir alteraciones en la posición de los dientes y problemas de mordida, utilizando distintos tipos de aparatos. El tratamiento es personalizado y diseñado por el ortodoncista, en función del tipo y gravedad del problema.

La duración del tratamiento varía según cada caso: puede ir desde 6 a 8 meses para correcciones leves, hasta 2 o 3 años en casos más complejos.

¿Qué es el apiñamiento dental?

El apiñamiento dental ocurre cuando no hay suficiente espacio en la arcada para que los dientes se alineen correctamente. Como resultado, los dientes se amontonan o se superponen. Esta situación puede deberse a la pérdida prematura de un diente de leche sin la colocación de un mantenedor de espacio, o a la falta de uso de retenedores tras un tratamiento de ortodoncia.

La corrección se realiza mediante tratamiento ortodóncico, y el tipo de aparato dependerá del grado de apiñamiento: leve, moderado o severo. En algunos casos graves, puede ser necesario realizar la extracción de una o más piezas para lograr un resultado óptimo.

Tipos de ortodoncia

Existen dos grandes grupos de tratamientos ortodóncicos. Por un lado, la ortodoncia interceptiva, también conocida como ortodoncia infantil. Es la que se aplica en niños durante la etapa de dentición mixta (cuando conviven dientes de leche y permanentes). Su objetivo es corregir malos hábitos y guiar el correcto desarrollo de los maxilares y la mordida. Son tratamientos preventivos, que evitan problemas más graves en el futuro.

Por otro lado, está la ortodoncia correctiva, indicada para adolescentes y adultos con problemas de maloclusión (mordida incorrecta). Dentro de esta categoría existen diferentes tipos de aparatos:

Ortodoncia funcional: Aparatos removibles que actúan sobre los músculos y la posición mandibular para influir en el desarrollo óseo y dentario. Se utilizan principalmente en pacientes jóvenes.

Ortodoncia removible: Son aparatos que el paciente puede quitar para su higiene. Aplican una fuerza controlada mediante resortes, arcos o tornillos. Se indican para casos leves como apiñamientos menores, mordidas cruzadas o movimientos dentarios puntuales.

Ortodoncia fija: Compuesta por brackets adheridos a los dientes y un arco metálico que dirige el movimiento. Puede complementarse con elásticos intermaxilares o aparatos extraorales. Es la opción más utilizada para tratar malposiciones, rotaciones dentarias, cierres de espacios y alineaciones complejas.

¿Qué son los brackets y qué tipos hay?

Los brackets son pequeñas piezas que se adhieren a la superficie del diente y distribuyen la fuerza ejercida por el arco para desplazar los dientes hacia su posición ideal. Existen diferentes tipos:

Brackets metálicos: Fabricados en acero inoxidable, son resistentes y efectivos. Suelen personalizarse con ligaduras de colores, por lo que son una opción frecuente en niños. También son la alternativa más económica.

Brackets autoligables: No requieren gomas para sujetar el arco, ya que cuentan con un mecanismo propio de cierre. Esto permite una menor fricción, mejor higiene y en muchos casos una reducción en el tiempo total del tratamiento.

Brackets estéticos: Hechos de materiales como porcelana o zafiro. Los de porcelana tienen un tono similar al del diente y los de zafiro son casi transparentes, lo que los convierte en una opción muy discreta.

Brackets linguales: Se colocan en la cara interna del diente, por lo que no son visibles al sonreír. Son personalizados para cada paciente y no utilizan gomas, lo que favorece el control del movimiento dental.

¿Qué son los retenedores?

Los retenedores son dispositivos que se utilizan al finalizar un tratamiento de ortodoncia para mantener los dientes en su nueva posición. Pueden ser fijos (adheridos a los dientes) o removibles. Su función es estabilizar los resultados mientras las encías y el hueso se adaptan al cambio producido por la ortodoncia.

ÚLTIMOS ARTÍCULOS SOBRE ORTODONCIA
TENEMOS PLANES PROPIOS DE FINANCIACIÓN A HASTA 30 MESES SIN INTERÉS