¿Qué es la periodoncia?
La periodoncia es la especialidad de la odontología encargada del diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades que afectan a las encías y los tejidos de soporte del diente. Las enfermedades periodontales son infecciones que dañan las encías, el hueso y otros tejidos que rodean los dientes. Si no se tratan a tiempo, pueden provocar la pérdida dental.
Tipos de enfermedades periodontales
GINGIVITIS: Es la forma más leve y reversible de enfermedad periodontal. Se produce por la acumulación de placa bacteriana y sarro entre el diente y la encía, causando inflamación, enrojecimiento y sangrado. Si no se trata, puede evolucionar hacia una periodontitis.
PERIODONTITIS: Es una fase más avanzada, crónica y destructiva. Ocurre cuando la gingivitis no se trata a tiempo y la infección progresa, dañando de forma irreversible los tejidos que sostienen el diente: encías, hueso y ligamento periodontal. Dependiendo de su gravedad, puede clasificarse como leve, moderada o severa. En los casos más avanzados, puede provocar movilidad o pérdida dental.
Síntomas de enfermedades periodontales
En sus etapas iniciales, estas enfermedades pueden no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, si no se mantiene una buena higiene bucodental, los signos aparecen rápidamente. Los más comunes son:
- Mal aliento persistente (halitosis) o mal sabor de boca.
- Encías inflamadas, enrojecidas o que sangran al cepillarse.
- Dolor o molestias al masticar.
- Sensibilidad dental.
- Movilidad de los dientes.
- Retracción de las encías o aparición de espacios entre encía y diente.
¿En qué consisten los tratamientos periodontales?
El tratamiento periodontal comienza con una evaluación clínica y radiográfica para determinar el estado de las encías y registrar los datos en un periodontograma. A partir de allí, se realiza una limpieza profunda para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado, seguida de curetajes o raspado y alisado radicular, un procedimiento que elimina las bacterias de las bolsas periodontales y alisa la superficie de las raíces para favorecer la cicatrización y la reaparición del tejido sano. En casos avanzados, puede requerirse tratamiento quirúrgico para recuperar la salud de los tejidos afectados.